El seguro de salud se ha convertido en uno de los productos de previsión más importante para muchos hogares. Con ellos se busca obtener los beneficios de una asistencia sanitaría más rápida, y sin esperas. Su crecimiento, el aumento de oferta ha hecho que nos encontremos con muchas y variadas posibilidades con diferentes opciones y cuestiones a veces difíciles de elegir rápidamente cuál es la más conveniente desde las coberturas a las opciones de pago.
Una de las más importantes es qué tipo de cuadro médico elegir, cerrado o de libre elección con reembolso de los gastos que origine. Sin condicionamientos económicos, tener libertad completa para elegir médico y que nos cubran prácticamente la totalidad de su coste, es por supuesto la mejor y más completa opción. Pero a cambio de ello, tiene un coste económico que supera a los seguros de cuadro médico cerrado, tanto por la póliza como por parte del gasto que siempre va a cargo del asegurado, ya que en estas pólizas se suele reembolsar entre el 80%-90% del total del gasto.
Eso sí, la mayoría de los seguros de reembolso suelen estar estructurados en pólizas denominadas mixtas. Por un lado tienes tu cuadro médico cerrado como en el resto de modalidades, al que puedes acudir sin ningún otro coste o copago, pero por otro lado siempre tienes la opción de acudir a un especialista fuera de este cuadro. Con ello, es claro que con el seguro de reembolso tenemos unacobertura de salud aún más amplia, pero hay que analizar si económicamente merece la pena en todos los casos.
Puntos a tener en cuenta a la hora de elegir, o no, un seguro de reembolso
Circunstancias familiares, laborales, geográficas y por supuesto personales nos marcaran la decisión de contratar una u otra modalidad:
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Familia con hijos o seguro individual: Aunque en estos momentos, asegurar la totalidad de los miembros de una familia es muy accesible, si hay que tener en cuenta que si elegimos la modalidad de reembolso el coste si se eleva de forma muy importante frente a un seguro de cuadro médico que cubre perfectamente todas sus necesidades. En el lado contrario, una unidad familiar formada por sólo una persona o su pareja, podrá asumir con mayor facilidad el mayor coste del seguro de reembolso.
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Residencia estable o persona que viaja mucho: Si tenemos una residencia estable en una ciudad o zona y nuestro cuadro médico cubre todas nuestras necesidades médicas, el seguro de reembolso no será necesario en la mayoría de los casos. Distinto es al asegurado que se traslada muchas veces de domicilio, ya sea a lo largo del año por motivos profesionales o incluso cambiando de residencia por los mismos motivos varias veces en su vida. En estos casos, saber que vayas donde vayas, no vas a tener problema de cobertura médica sin tener que preocuparte de “estudiar” tu cuadro médico aumenta las ventajas del seguro de reembolso.
- Preferencias con algún médico: Por último, están por supuesto las vinculaciones o preferencias personales. A lo largo de la vida acumulamos toda una serie de experiencias o vivencias y las relacionadas con la salud están entre las más importantes. Si además de tener la seguridad de un cuadro médico completo queremos siempre tener disponible a ese médico que aunque no esté incluido en el, nos da confianza, sin duda, la tranquilidad del seguro de reembolso, no tiene precio.
En definitiva, hay que ajustar el coste a nuestras distintas circunstancias y ver si alguno de estos condicionantes ayuda a sopesar si merece económicamente un mayor gasto.
Publicado en cincodias.com